Madrugadas.





Mientras transito en mitad de la noche por los espacios que me brinda esa otra Qarpadia de corte más noctámbulo; en tanto me someto voluntariamente a una vibrante vigilia sobrada de gozos desatados; me detengo un momento a reflexionar sobre la interesada flexibilidad que caracteriza a determinados vocablos y la particular capacidad que tienen para manifestarse (ora punibles, ora celebrados) en función al momento y el lugar.




Que apetecibles se me antojan ahora las voces: premeditación, nocturnidad y alevosía.




Comentarios

Entradas populares