Rincón afable.





Con cierta frecuencia nos vemos sorprendidos por el hecho de que aquello que, en principio, se nos pudiera antojar más sencillo es capaz de transmitirnos, a la postre, muchísimo más que lo complejo. Esa fue, precisamente, la sensación que me produjo este rincón la primera vez que lo vi.

Sin recurrir a la sofisticación, ni echar mano de recursos ostentosos, ofrece serenidad a través del orden y la pulcritud de sus formas, sin renunciar, no obstante, al aporte de alguna que otra nota de color.

No voy a ser tan pretenciosos como para afirmar que, de tanto en tanto, me amarguen los dulces, pero no es menos cierto que, en realidad, no suelo precisar de demasiado para poder sentirme cómodo.

Que disfrutéis todos de una feliz, y “obsequiosa”, jornada de domingo.


Comentarios

  1. Todo queda dicho en tu entrada. Un lugar afable y acogedor.

    Mil besitos y feliz tarde de domingo.

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  2. Me encanta el azul y nada más apacible que vivir en calma... La sobriedad puede ser tan radical como la opulencia.
    Algo sencillo deja el alma más libre.

    Mis saludos, Caballero.

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