Tránsitos.
Interludio momentáneo
donde implosionan las
horas
por influencia
reactiva
de un sentido
ambivalente,
mientras se juzgan
vivencias
frente al espejo
desnudo
con el auxilio
oportuno
de un trasfondo en
movimiento.
Es partida y es
regreso,
cosidos ambos a un
hilo,
que establecen como
pauta
certeza en lo
indefinido
y…, aunque el
instante se esfume,
se cristaliza en el
alma
de ese cuerpo que se
mueve
mientras la mente se
escapa.
Pensamiento o poema que abraza mi imaginación y lo eleva dándole la forma que dicta cada palabra en cada verso.
ResponderEliminarUn lujo de obra.
Mil besitos.
La mayor parte de las veces que paso por aquí, aún cuando lo hago en silencio, me quedo reflexionando... y eso, definitivamente, me gusta; ya que no es lo más fácil.
ResponderEliminarTentadores besos.
Y es que no podemos estar meditando en todo momento. La mente se evade para que el cuerpo fluya...
ResponderEliminarPuede que filosofar esté bien para antes y después; dejar la mente y el cuerpo satisfechos.
Besos.
Repasando, reviviendo y volviendo a sentir aquello que nos ofreció el instante previo y aquello que nos aguarda en el inmediato mientras la mirada perdida delata nuestro pensamiento y nuestro cuerpo apenas presente quisiera poder recordarlo.
ResponderEliminarSon tantos los tránsitos experimentados que en ocasiones creo estar en ellos de forma permanente, enlazando uno con otro, sin dejar de estar sumida en sus placer y en sus incertezas.
Apasionantes letras, como siempre que son Tuyas.
Besines dulces
A Tus pies
Interesante.
ResponderEliminarAunque es mayor la curiosidad que despierta la observación de la métrica que lo mucho que me provoca el contenido.
Me quito el sombrero ante sus letras.