Indicios.
Estático permanece el
impulso
agazapado en una
normalidad asumida,
pero presente, no
obstante,
e impertérrito a los
usos.
Es la llamada salvaje
que sobrevive en el
tiempo
y nos emplaza,
punzante,
a sucumbir al
instinto.
Esencia inmortal
programada
que se dispara
concisa
cuando se asoma a los
ojos
de unas miradas
furtivas.
Condición
condicionante
que a los ánimos
incita
a través de ese
lenguaje
que sin palabras
define.
Es la magia de un
momento
que se diluye en el
gusto
de una estática
presencia
dispuesta para el
disfrute.
Rugen, bárbaras, las
hordas
de un ejército
invisible
en silencio impetuoso
de un azar
indiscutible.
Como un ente
fortuito,
de indefinido
semblante,
nos visita un apetito
de propiedad
sonrojante.
Transportados a ese reino
de la verdad
intangible
transitamos
sorprendidos
por la claves
reveladas.
La cualidad es
descrita
sin exponerse en voz
alta,
pero a todos
condiciona…
se repudie o se confiese.
¡Unos últimos versos definitorios!
ResponderEliminarSi existen los orgasmos intelectuales... Mi cerebelo acaba de tener uno, jajj.
ResponderEliminarGracias por este post.