Alba mínima.
En el pozo de la
sinrazón;
al que tantas veces
nos hemos visto arrojados;
se condensan las
miserias, temores y agravios
que moran en las
regiones más oscuras
de nuestra
contradictoria condición humana.
Avocados a ese trance
ignominioso,
sumergidos en esa
noche del alma,
deambulamos
desvalidos
con la esperanza
menguada.
Pero hay algo positivo;
aunque nos suene
incoherente;
en el hecho de
encontrarse rodeado de penumbra
y es que, incluso, la
luz tenue;
de otra forma inadvertida;
se convierte en una
guía
que nos muestra la
salida.
Por desgracia…
¿cuántas veces,
desoyendo al buen
sentido,
tratamos de hallar el alivio
en el fondo de la
sima?
Preciosos versos, y muy sabios.
ResponderEliminarSaludos.
Hasta que no nos vemos condenados a la oscuridad mas profunda no nos damos cuenta de que hasta en ese punto hat algo de luz y es, cuando ya no tratamos de luchar contra el temor que ahí reside cuando la calma nos muestra esas rendijas que muestran algo de claridad.
ResponderEliminarSufro cuando alguien, y mas en Tu caso, es capaz de expresarlo así, pues habla de la experiencia, de conocer lo que ahí aguarda, y jamás quisiera que te hubieras hallado en esa tesitura.
De todos modos, coincidir en ese pequeño habitáculo contigo me hace sentir la compañía de Tu comprension y la alegría de compartir y acompañarte.
Es una mezcla de tristeza y alegría...
Besines dulces
A Tus pies
Conozco ese fondo al que acudir para encontrar refugio y consuelo... Y sin duda, hay que abrazarse a esa brizna de luz, que nos muestra la salida, por mínima o frágil que sea…
ResponderEliminarBellos versos, amigo…
Mil Bsoss!