Rincón orillado.
No es necesario que lo digáis. Ya
sé que resulta todo un “topicazo” compartir
en estas fechas estampas como la que hoy os traigo.
En parte; el hecho de haberla
escogido; sí que guarda cierta relación con determinados gustos (más o menos
mayoritarios) que van asociados a la presente estación. Pero, por otro lado, también
encierra un doble sentido en su título que se aleja un tanto del posicionamiento
físico de tan apetecible entorno.
El término “orillar” cuenta con varias acepciones y; una de ellas; hace
referencia al acto de prescindir, esquivar o eludir. Aprovechando la versatilidad
de conceptos que parecen converger en este nítido y sencillo espacio, quiero
aprovechar la oportunidad de desearos a todos que podáis proporcionar, durante
las muchas jornadas estivales que aún nos restan, un merecido descanso a
vuestros cuerpos y (quizás más importante) a vuestros espíritus. Que…, en la
medida de vuestras posibilidades, seáis capaces de “soslayar” toda esa negatividad que nos asedia y “marginar” de vuestras vidas la indolencia
y el fatalismo que, con tanta frecuencia, viene a acosarnos.
Que tengáis todos un feliz y “orillada” jornada de domingo.
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