Jornadas de distorsión.

Ya la oferta es expuesta

panacea frente a todo

que nos purga las penas

y repele del lodo.

No se ve en el fondo del dibujo la escena

que dicen componer.

Seduce su propuesta,

mientras pasan el “gorro”,

mas se intuye perversa

si atendemos un poco.

No arraigó el propósito que asume por bueno

su modo de vender.

Terminada la “feria”

se recogen los restos

y se anota en las cuentas

futuros descontentos.

Se rasgó la costura de tan endeble prenda

sin llegar a lucir.

Ya no fían y exigen

alto pago por nada.

Un negocio redondo

donde quien pide es quien gana.

Se olvidó la promesa de buenas a primeras

antes de concluir.