Rincón armónico.
Existen un buen número de
espacios que parecen estar especialmente confeccionados para su disfrute
durante una determinada época del año. A modo de “cajas de resonancia”, consiguen amplificar los efectos que se
desprenden de los aromas, los colores y el ambiente general que se respira
cuando convergen unos factores estacionales específicos.
Esos lugares a los que me
refiero, constituyen un claro ejemplo de armonía con el instante, orientados
del modo más certero en el momento más oportuno; una ocasión manifiesta de
fundirse con el ahora sintiéndose parte de una instantánea tridimensional donde
todo ocupa el lugar que le corresponde.
Algo así fue lo que experimente mientras
observaba este rincón durante ese breve periodo de días apacibles que hemos
tenido la oportunidad de disfrutar por estas latitudes. Sé que no resulta
especialmente llamativo y que su estilo tiende a ser un tanto ecléctico; pero, gracias
al trasfondo que lleva aparejado, converge perfectamente (al menos esa es mi
impresión) con las pautas que muchos de nosotros deseamos que imprima cualquier
mes de marzo a todo cuanto nos rodea.
Espero que resulte de vuestro
agrado.
Que tengáis la suerte de
disfrutar todos de una armoniosa y pre-primaveral jornada de domingo.
Los rincones son la expresión de nosotros mismos, y ese carácter que imprimimos sin darnos cuenta, llega a quien sepa contemplarlos, a quien desee dejarse embargar por aquello que mostramos, haciéndolos suyos por un instante, o quedándose para siempre.
ResponderEliminarNo siempre tienen que ser cosas concretas, en ocasiones todo el entorno nos muestra algo de quien lo diseñó o de nosotros mismos...por eso cada uno los sentimos a nuestra manera y le damos a los nuestros nuestra esencia.
En este en concreto me perdería horas pues creo que hay mucho por disfrutar por separado y a la vez en su conjunto es harmonioso...
Ya que lo has preparado hoy para nosotros me quedo un ratito...
Feliz domingo mi Señor
Besines dulces
A Tus pies
Cuando esos rincones nos pertenecen, en el más amplio sentido de la palabra, terminan, indefectiblemente, impregnados de nosotros mismos, reflejando mucho de nuestra propia personalidad.
EliminarDe ese reflejo, una parte resulta evidente para cualquiera. Pero en cambio, la otra (tal vez la más importante y reveladora) no se percibe tan claramente a pesar de estar perfectamente a la vista, pues necesita ser asimilada por unos ojos que hablen el mismo idioma para poder ver traducida, sin errores en la transcripción, esa intimidad hecha estancia.
Una mirada crítica se perdería en cuestiones formales o de estilo, una mirada serena se centraría más en lo que trasmite y en lo que esto le reporta. Ambas son válidas desde una determinada perspectiva, pero lo cierto es que no ofrecen las mismas conclusiones.
Un beso y un azote, mi dulce y "lúcida" sierva.