Regalos.
Al
margen de las costumbres,
de
los gustos y apetencias,
de
caprichos pasajeros o afanes subliminales;
a
menudo disfrutamos,
sin
darle mayor importancia,
de
verdaderos regalos que nos colman por entero.
Surgen
inesperados; casi, casi, clandestinos;
imposibles
de adquirirse por las artes monetarias,
pues
no les agrada ensuciarse
con
el ruin y vil dinero
que
por tantas manos pasa
sin
que le demos sentido.
Mas…
tienen precio no obstante,
y
es el de estar prevenidos;
pues
si pasan por delante
y,
por pereza, lo obviamos,
si
más seguirán de largo
y
los habremos perdido.
Un
regalo no se pide,
un
regalo es concedido.
Si
tenemos esa dicha…
agradecerlo
es lo suyo.
Regalos hay muchos, de muchos tipos y con muchas intenciones, pero el que mas valor tiene para mi es ese que se da únicamente pensando en quien lo recibe, en la ilusión de recibir lo que anhela, y pocas veces suelen ser materiales los que mas sensación causan.
ResponderEliminarPuedo decir que he recibido muchos regalos pero poquísimos de esos que jamas en la vida los olvidas y, estoy segura de que Tu sabes a la perfección a cuales me refiero...
Debo agradecer por ello poder aprender de Ti, debo agradecer la oportunidad cada día de levantarme y continuar haciéndolo, verte, sentirte, servirte...
Unas preciosas letras que me enseñan como aprecias esos regalos que de verdad importan, y como, ademas lo agradeces, con esa humildad y sinceridad.
Gracias mi Señor por ser un regalo para mi...
Besines dulces
A Tus pies
Conviene tener siempre presente cuál es el verdadero valor de las cosas. Bastante a menudo, no son los objetos materiales los que cuentan con un mayor valor "real", ni tampoco suelen ser los que más nos satisfacen.
EliminarSi dirigimos la mirada hacia nuestro propio interior, descubriremos cuales son nuestras verdaderas necesidades y sabremos apreciar cuando alguien es capaz de darles salida.
Un beso y un azote, mi dulce y "sobrecogida" sierva.