Toxic games.

Que los videojuegos pueden llegar a generar un alto grado de adicción es algo que ya sabemos todos. Que puedan, en cambio, llegar a afectar a nuestra percepción de la realidad, ya nos parece más inverosímil. No obstante, son muchos los estudios que apunta a que existe; en ese sentido, un riesgo nada desdeñable para cualquier individuo que se viera sometido a una sobreexposición multimedia.

Desde el M.I.T. (Módulo de Investigaciones Tecnológicas, dependiente de la ludoteca), han querido conocer en qué forma y hasta qué punto puede llegar a presentarse esa distorsión dentro del plano consciente. Tomando como muestra para el estudio una conocida saga de juegos de carreras (y con la inestimable ayuda de un nutrido grupo de voluntarios), se han servido del revolucionario y novedosos sistema de transferencia digital de ondas cerebrales para poder observar, con enorme nitidez, en qué consisten los episodios paranoides que pueden llegar a presentarse de sobrepasar el umbral de seguridad en cuanto a horas de juego se refiere.

Los resultados preliminares no parecen dejar mucho lugar a la duda; y, este hecho, nos lleva a plantearnos una cuestión, si cabe, más grave aún: “¿Qué les pasaría a los niños que…, imbuidos por el obsesivo afán inherente a su edad, se vieran atrapados dentro de ese atrayente y colorido mundo de fantasía?”.

En vista de toda esta nueva información, y a la espera de obtener datos más concluyentes, desde la ludoteca (por mucho que les pese) nos recomiendan encarecidamente extremar las precauciones sobre este particular y mantener una estrecha supervisión sobre los más pequeños de la casa a fin de que no tengan que enfrentarse a experiencias psicotrópicas a edades tan tempranas.

Los adultos tampoco es que podamos bajar mucho la guardia y siempre puede resultar tremendamente útil a este propósito el hecho de mantener un “enganche” con la realidad, un nexo con el medio físico que nos ayude a no desubicarnos demasiado.

Un saludo para todos y que disfrutes de un feliz; y moderadamente “gamer”; finde.