Rincón Egeo.

Siguiendo en la misma dinámica de la semana pasada, me gustaría sugeriros nuevamente un rincón digno de una escapada de ensueño.

Tal vez no desprenda la espiritualidad que destilaba la anterior propuesta; ni que tampoco pueda presumir de su misma exuberancia; pero, igualmente, cuenta con ese aire sereno que invita a la contemplación y al disfrute de las cosas sencillas.

Lo que, en su día, fue el origen de muchos de los principios sobre los cuales se desarrollaría la civilización occidental, aún nos depara un buen número de agradables y meritorias sorpresas. Este rinconcito tan solo pretende ser un ejemplo.

Saludos insulares para todos.