Defensa personal.
A nadie se le escapa que casi todo,
en el ambiente que nos rodea, se nota, en general, un poquito revuelto. También
es cierto que nuestra realidad actual no es que esté dando demasiadas razones
para el optimismo. Pero de ahí a adoptar ciertas medidas de carácter, más bien,
“expeditivo” (por decirlo
suavemente)…, la verdad, creo que es llevar las cosas un poco lejos.
Por desgracia, ese parece ser,
precisamente, el tipo de dinámica por el que, en teoría, han optado en la
ludoteca para poder hacer frente a determinados “desafíos” que pudieran surgirnos en un momento determinado; y…,
haciendo suya aquella máxima del viejo Vegecio
que viene a decir “El que desee la
paz, que se prepare para guerra” (Igitur
qui desiderat pacem, praeparet bellum), han iniciado un programa de
entrenamiento específico encaminado a mejorar nuestra capacidad de reacción y
respuesta ante situaciones…, digamos, “comprometidas”.
Que quede claro que, desde esta
ciudad, siempre se ha defendido (y se continuará defendiendo) la vía pacífica
como la mejor alternativa para solucionar cualquier tipo de conflicto. No
quieran ver aquí determinados “agitadores” de la crispación ninguna clase de
apología de la violencia; ni explícita ni velada; por mucho que algunos de los “predicamentos” que aquí suelen
exponerse pudieran inclinar a algunas personas a pensar de ese modo.
Ya sabéis que tampoco suelo
inmiscuirme demasiado en los asuntos “lúdicos”
y que esa “institución” cuenta con un
alto grado de autonomía; enfocada, sobre todo, a proporcionar una línea de
pensamiento alternativa y que permita poder disfrutar de esa pluralidad de
ideas que no sería posible obtener de otro modo. He de reconocer, no obstante,
que se les suele ir un poco la “la pinza”
y que, con cierta frecuencia, no tiene demasiada fortuna (ni tampoco sentido de
la oportunidad) en el momento de lanzar sus propuestas. De todas formas, hasta
ahora, no me había preocupado en exceso cuando se decidían a exponer algunos de
sus planteamientos más radicales, por una razón bien sencilla: la aplicación
práctica de todos sus ensayos teóricos falla, y mucho, en cuanto a metodología
se refiere. Juzgadlo si no vosotros mismos a la vista de sus planteamientos
iniciales en este caso en concreto.
Pero…; y ahora es cuando sí que
empiezo a preocuparme; parece que, por primera vez en toda la historia de la
Ludoteca; se han venido a percatar de sus propias limitaciones y han decidido
solicitar la colaboración de personas más “experimentadas”
en aquellas áreas para las que han descubierto que no están adecuadamente
capacitados. Ciertamente, no puede decirse que sus criterios de elección, en
este sentido, sean tampoco demasiado acertados, ya que, el primer nombre que
surgió para ayudarles en su actual cometido (y por el que han optado sin
dudarlo un instante) fue el de Tyler Durden.
Sé que a muchos de vosotros este
individuo no os va a sonar de nada. El problema es que; en determinados
círculos; sí que resulta conocido y no precisamente por la delicadeza de sus
métodos. Ahora se encuentra cómodamente situado en el entorno de las
instalaciones lúdicas e imparte sus enseñanzas con una dedicación y un empeño
dignos de elogio, pero con unos objetivos más bien cuestionables. Nada escapa a
su influencia y hasta el propio Gateto ha terminado sucumbiendo al discurso del
Sr. Durden.
De todas formas;
independientemente del cariz que pudieran ir tomando los acontecimientos; yo
voy a continuar abogando por la búsqueda de soluciones consensuadas entre las diferentes
partes que puedan verse “enfrentadas”
(que ya se sabe que casi siempre resulta mucho más provechoso aunar que
dividir).
Además, puestos a tirar de frases
conocidas yo me decanto por la que se le atribuye a Gershon Legman allá por la
primavera de 1965 (casi 50 años ya de aquello) y que no es otra que: “Haz el amor y no la guerra”.
El poder está en nuestras manos,
muy cierto. De nosotros depende cómo utilizarlo.
Que podáis disfrutar todos de un
feliz, tranquilo y placentero finde.
Ciertamente el ambiente está algo caldeado y los animos muy encendidos, asi que personalmente me cuesta horrores no aplicar esos métodos que nos presentan nuestros amigos de la ludo, y en muchos instantes me quedaría la mar de agusto pegando algun que otro cate, pero estoy tan cansadita que no tengo fuerzas para poder vencer, asi que mejor me voy a dar un masajito con esencias relajantes para desconectar y renovarme....
ResponderEliminarNecesitaré una mayor preparación, asi que ya me pondré en contacto con estos loquillos de la ludo para el entrenamiento...
Besines dulces
A Tus pies
Vaya. Y yo que pensaba que preferirías decantarte por mi alternativa de negociación.
EliminarEn fin. Veo que no queda más remedio que rendirse a la evidencia y asumir el signo de estos tiempos convulsos.
De todos modos; aún albergo esperanzas de poder asistir a un proceso generalizado de entendimiento donde sea posible una convivencia pacífica a pesar de los desacuerdos que pudieran manifestarse.
Un beso y un azote, mi dulce; aunque crispada; sierva (tinc por).