Voces sordas.


Resulta bastante notorio el hecho de que; nunca antes en las historia de la humanidad; habíamos podido disfrutar de tanta información acerca innumerables cuestiones y de manera tan inmediata. El acceso a tantas fuentes y el ingente caudal de opiniones genera, no obstante, una nada despreciable confusión y un buen numero de malentendidos. Y es que…, entre tantas voces hablando al unísono, entre tantos juicios (muchas veces contradictorios) emitidos a un tiempo, tendemos a perder un poco el norte y a sentirnos desorientados entre tantos discursos dispares.

En la ludoteca se han estado interesando por este tema y lo cierto es que han llegado a algunas conclusiones no demasiado descabelladas aunque, puede que precisamente por eso, ciertamente preocupantes, y es que; ante tal aluvión de criterios; da la impresión de que (con demasiada asiduidad) se estuviera imponiendo la tendencia de recurrir a líneas de argumentación un tanto partidistas e interesadas donde; según convenga a las necesidades del momento; lo que es objeto de crítica pasa a ser ensalzado y viceversa. Como si de un cuestionario en blanco se tratara, basta con rellenar los espacios en blanco con los datos que fueran precisos para salir del paso, aunque; inmediatamente después; sean modificados para favorecer otra serie de posturas.


Lo importante no parece ser ya tanto el fondo de las cosas sino su apariencia de cara al público; algo así como “el arte de lo políticamente correcto”, la habilidad de quedar bien con todos pero sin comprometerse con nadie. Lo malo de esta filosofía de conducta es que, si bien puede parecer muy beneficiosa sobre el papel, lo cierto es que acaba generando bastante pesimismo y desconfianza en los demás pues no deja claro en ningún momento cual es el camino a seguir. Además, de adherirnos todos a la táctica del “todo vale” iba a resultar más difícil aún; de lo que ya es de por sí; que pudiéramos llegar a entendernos como colectivo.

Por esa razón, nuestros lúdicos amigos quieren instarnos a que nos “mojemos” en nuestras afirmaciones y que, equivocadas o no, intentemos exponerlas revelando el sentido que tienen para nosotros. Solo así; cotejando, comparándolas con las del resto; alcanzaremos a discernir cuál es nuestro grado de acierto o error.



Un saludo a todos y feliz y reflexivo finde.

Comentarios

  1. Realmente hay momentos en que tanta información y de tan variado carácter hace que tengamos un pequeño colapso y no sepamos que es lo que está ocurriendo ni lo que queremos nosotros mismos, por eso es importante pararse y compararlo con lo que en nuestro interior albergamos para cuadrarlo con nosotros mismos y ser siempre fieles a ello, pues al final siempre tenemos que rendirnos cuentas a nosotros y sentirnos bien.

    Tampoco necesitamos en muchos casos de esa información y si no sabemos nada de algunos temas tampoco ocurre nada, en un mundo en que la información parece tener mas valor que cualquier principio, pero en ocasiones la falta de ella es realmente de mucho valor.

    Cuanto necesito yo de ese silencio para sentir la calma...

    Un post curioso mi Señor
    Besines dulces
    A Tus pies

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente, puede decirse que compartimos el mismo pensamiento respecto a esta cuestión.

      No diré que no resulte de utilidad contar con una amplia variedad de conocimientos, pero el más importante de todos ellos ha de ser siempre; sin que exista discusión posible al respecto; el conocimiento que se tiene de uno mismo. ¿Cómo podríamos, si no, aplicar correctamente, a cada caso en particular, los aprendizajes se hayan ido adquiriendo con el paso del tiempo?

      El saber, como suele decirse, "no ocupa lugar", pero de poco sirve "conocer" las realidades cuando no se hace nada provecho en función a las mismas.

      Un beso y un azote, mi dulce e ilustrada sierva.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares