Tempus fugit.
Relativo,
indisociable,
intrigante,
escurridizo.
Intangible, omnipresente,
de talante siempre
huidizo.
Así se muestra a
nosotros
este bien de forma
ambigua
pues, aunque fluya
abundante,
nos concede parte
exigua.
Su provecho siempre
pende
de un hilo fino en
extremo:
surte de fruto al
paciente
y perjudica el apremio.
Fácilmente se nos
pierde
al darle un uso indebido
y jamás se recupera
una vez se ha
consumido.
Por eso es tan
apreciado;
hay quien afirma que “es
oro”;
y es conveniente
tratarlo
como si fuera un
tesoro.
Si en tu efímera
carcasa
guardas alguna ilusión
no la dejes aparcada
ni extravíes la
ocasión.
Que ya se sabe que un
paso
no siempre está bien
medido,
mas…, mejor darlo
cambiado
que nunca haberlo
asumido.
No hay lugar para el
lamento;
que, en verdad, muy
poco ofrece;
pues lo más triste, en
el fondo,
es una vida indolente.
En ocasiones parece que el tiempo escape de nuestras manos, que en un simple suspiro hayan pasado siglos, pero en otros momentos se detiene para mantenernos en una eterna agonía...Siempre luchando por aprovecharlo pero tantas veces despreciándolo, hacen que esa sea una guerra constante, jugando al pilla pilla, cambiando las tornas del juego, aunque las reglas siempre sean las mismas.
ResponderEliminarTratamos de analizarlo, de exprimirlo y me ocurre que dejando simplemente que pase viviendo el instante que nos otorga es cuanto más lo disfruto.
Dicen que el tiempo es constante pero dudo si creerlo, pues en mis tormentos se torna eterno y en mi gozo galopa veloz.
Lo has definido tan bien que se te ve un buen conocedor, y debe ser por eso que bajo Tu guía para mi está más claro el uso que debo darle, a tan valioso regalo...
Sueño con que el tiempo pase rápido deteniendo ese preciso momento, ilógicas ilusiones que me dicen que en ese maravilloso instante estoy junto a Ti, a Tu lado, a Tus pies...
Felices sueños mi Señor
A Tus pies
El tiempo todo lo abarca y es, precisamente, en esa amplitud de contenidos donde radica la dificultada de gestionarlo adecuadamente. Una tras otra, nos va ofreciendo infinidad de posibilidades; mas, no obstante, como su exposición de alternativas no se detiene en ningún momento, de nosotros depende saber aprovechar aquellas que nos resulten favorables cuando se nos presenten. Bajar la guardia; muchas veces; se traduce en perder oportunidades.
EliminarUn beso y un azote, mi dulce y "relativa" sierva.