Mírame.
No te evadas temerosa
hacia el refugio en tu
mente
ni me prives de las
cosas
que tus pupilas
revelan.
Aunque entregada y
paciente,
a mis placeres
rendida,
no por ello estés
ausente
ni te sientas
oprimida.
Ten presente tu
obediencia;
en eso no hay excepciones;
mas no te muestres cohibida
cuando vivas tus
pasiones.
Por eso, cuando te
ofreces,
cuando a mis pies tú
te postras,
no caigas en la
tristeza
ni imagines la
derrota.
Muéstrame, pues, sin
reservas,
sin pretextos
recelosos,
el orgullo que
alimentas
y que se asoma en tus
ojos.
No es cosa fácil. ..
ResponderEliminarBesos
Posiblemente, pero resulta, también, indudablemente, enriquecedora.
EliminarUn cordial saludo, Rosa de Terciopelo.
Ten por seguro, mi Señor, que así lo haré...
ResponderEliminarQuizás no sea de Tu agrado ni hoy ni mañana,
seguramente deberemos corregir descuidos y desvíos,
pero mantengo firme mi empeño por servirte
y dispuesta estoy a disfrutar de mi entrega...
Si así, mi Señor, es como deseas, así lo obtendrás...
Paciente y gozosa postrada ante Ti,
presente y no ausente para darte placer,
ofrecida y dichosa de ser para Ti,
para que mi mirada te hable del orgullo que hay en mi...
Preciosas Tus letras que hablan del deseo que compartimos!!!
A Tus pies
Besines dulces
Sabes, mi dulce sierva, que una de las cosas que más valoro es el hecho de poder constatar un continuo avance, que no ha de ser espectacular, también es cierto, pero sí constante.
EliminarSé que el camino es largo y no tengo prisa alguna en recorrerlo; más si cabe si, para ello, he de renunciar a que ambos podamos disfrutarlo.
Un beso y un azote.