Valèrie


Como habréis podido comprobar, entre los enlaces a páginas web que figuran en este blog aparece el del sitio oficial de Valèrie Tasso. Aunque a primera vista pueda parecer que, su presencia aquí no tenga mucho que ver con la temática que os vengo exponiendo, en realidad, sí que tiene una importante razón de ser el hecho que os recomiende encarecidamente que sigáis su trayectoria, tanto personal como profesional.

Desde que tengo uso de razón, siempre he pensado que no se puede juzgar a las personas o sus obras si no se las conoce, aunque solo sea un poquito. Por desgracia, he de reconocer que, como humano imperfecto que soy, hay ocasiones en las que no me aplico a mí mismo dicha máxima pero, cuando esto sucede, hay que ser lo suficientemente consciente para reconocer el error y entonar un “mea culpa”. Esto es, precisamente, lo que a mí me sucedió  con Valèrie.


Lo primero que supe de ella fue que era la autora del archiconocido “Diario de una ninfómana” (que después derivó en adaptación cinematográfica) y, sin molestarme lo más mínimo en aproximarme a su obra, la consideré (ingenuo de mí) un miembro más de ese grupo de autores que buscan el éxito rápido a través del morbo y la provocación. Por lo tanto, no llegué a albergar ningún interés por leer su libro o emplear un par de horas en ver la película que había surgido tras su triunfo editorial. Yo solito, había llegado a la errónea conclusión de que se trataba de uno de esos conjuntos de productos prefabricados, y en ocasiones un tanto sórdidos, a los que nos tiene acostumbrados la sociedad de consumo.

Todo cambió cuando, el 29 de junio de 2009, estuvo presente en un curso sobre sexología y educación que la Universidad de Oviedo impartía en Avilés y, la verdad, sus opiniones no me dejaron indiferente. He de confesar de que no tuve el gusto de estar presente en la serie de conferencias que ofreció (una de las más insufribles desgracias a las que tengo que enfrentarme con frecuencia reside en el hecho de conocer siempre a posteriori todos los sucesos relevantes que acontecen a mi alrededor). Esto no supuso un obstáculo para que pudiera hacerme eco, “a grosso modo”,  de los derroteros por los que habían discurrido sus intervenciones.

En una de las entrevistas que se le hicieron con motivo de su visita a Asturias expresó sus puntos de vista sobre la sexualidad y, debido a los mismos, he de retirar el calificativo de “morbosa”, que tan injustamente le había aplicado, y sustituirlo por el de "valiente". Valentía por contar su realidad, por arriesgarse a que su best seller -"supusiera una muerte social"- como ella misma reconoce, por saber mostrarse políticamente incorrecta al decir -"Estoy harta de que se hable de violencia de género, porque en esta sociedad patriarcal hay muchos hombres maltratados, y los que lo reconocen no suelen ser tomados en serio"-, por dar un toque de atención a ciertas pseudo feministas que despotrican contra las hombres reclamado libertad para luego tratar de negársela a sus otras compañeras de sexo, por su sinceridad, por saber matizar sus respuestas, por ser plenamente consciente de que no todo es blanco ó negro, etc.…


 
Pero de todas sus frases, la que más me ha impactado es en la que dice: -"Yo nunca he hecho proselitismo de la prostitución. Aclaro esto porque de mí se han dicho auténticas barbaridades. Ejercí la prostitución de modo libre"-. La rotundidad de tal afirmación, para mí, resulta encomiable. A mí, me sirve para hacerme una idea de la entereza de su carácter y de su lucha contra la doble moral (algo que, al igual que ella, yo detesto profundamente). Pero no se queda ahí y tiene el buen juicio de recomendar prudencia a todas aquellas que pretendan seguir sus pasos basándose en su experiencia, pues lo que a ella le sirvió, posiblemente, no vaya a dar el mismo resultado en otras.

Desde aquel día me convertí en un fiel seguidor de su obra y, desde aquí, os recomiendo la lectura, no solo del mencionado “Diario de una ninfómana”, si no, también, de “El otro lado del sexo” y “Antimanual de sexo”. En estos dos últimos se abordan, con desenvoltura y un estilo muy ameno, cuestiones de naturaleza muy diversa y que no os voy  a desvelar para no estropearos la sorpresa.

Mucho más reciente resulta su primera incursión en la novela propiamente dicha. Publicada en España el pasado mes de septiembre, en “Sabré cada uno de tus secretos” realiza una curiosa propuesta basada en una trama donde se mezclan el sexo y las relaciones profesionales en el seno de una empresa. No puedo contaros mucho más al respecto porque todavía no la he leído pero, aunque haya sido un chico malo durante este año, tengo la esperanza que los Reyes Magos se porten bien conmigo y me lo regalen en estas fiestas que se aproximan.

Nada más. Espero haberos intrigado lo suficiente como para que queráis conocer más cosas acerca de esta dama de ideas claras y mente abierta.

À bientôt Valèrie.

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